Juan Carlos Sáez, presidente de Corminco A.G:
“La gran misión de Corminco es acercar la minería a la gente común y derribar los mitos que se tienen de una industria que siempre ha trabajado por la comunidad”
A través de una extensa entrevista, el ingeniero civil en minas y ex gerente general de Minera San Gerónimo analizó el actual momento de la industria minera y las causas que han provocado una fuerte baja en el precio de los metales. Asimismo, fue el momento de conversar no solo sobre los actuales y futuros proyectos emplazados en la región de Coquimbo, sino además sobre los ejes estratégicos que está trabajando la organización.
¿En qué momento se encuentra la minería en la región de Coquimbo?
“Bueno, la minería se encuentra en una etapa de cristalización de proyectos de continuidad operacional, donde las compañías mineras de gran y mediano tamaño están intentando sacar adelante los mayores proyectos estructurales que tienen comprometidos. Minera Los Pelambres con su proyecto INCO que ya tiene en marcha la primera fase de su desaladora y el Proyecto de Adaptación Operacional PAO sigue avanzando, como también CMP que está empeñada en la construcción del Puerto de Cruz Grande y el desarrollo de sus minas. En general todas las compañías mineras se encuentran en ese pie. Más un par de proyectos interesantes como son El Espino, que es de Pucobre, que finalmente consiguió los fondos para invertir. Creo que van a ir de manera acelerada para llegar lo antes posible a producción, y también tenemos el proyecto Arqueros, que es un proyecto también de mediano tamaño, que también obtuvo la aprobación de su directorio, entrando derechamente a la fase de construcción ya el año 2024. En suma, como región estamos con bastante actividad, y eso es lo que uno puede ver reflejado en las cifras de empleo en minería, además de un impacto potente en el PIB regional.”
Corminco agrupa hoy día a las mineras más importantes que tienen proyectos en la región. ¿Cuáles son los objetivos que hoy día está persiguiendo la organización?
“Corminco se creó hace 14 años, con el objetivo, primero que nada, de entregar a la región una mirada en común desde la industria minera. Creo que el gran objetivo es acercar la minería a la comunidad, de manera de que no se sigan produciendo esas brechas que tenemos hoy día, en que una parte piensa que la minería causa más daños que beneficios y otra parte de la comunidad piensa que la minería es buena y que hay que echarle para adelante. Posiblemente las condiciones de aislamiento de la mayoría de las faenas han contribuido a esta sospecha de algunos respecto de cómo se hace minería y que queda después de una explotación minera. Los mitos y prejuicios respecto de la industria sólo se resuelven comunicando correctamente y eso es lo que intentamos hacer. La segunda parte, que también es tremendamente importante, es el diálogo con el Gobierno Regional. Hay un trabajo, digamos, que es diario con las autoridades regionales, no tan solo con el ministerio de Minería, sino que todos los ministerios para ir avanzando en conjunto, tanto en los planes de desarrollo regional, como en los planes de desarrollo minero. Pero también, está la parte legislativa, que es muy importante. Hoy día, tenemos un núcleo de representantes regionales en la Cámara de Diputados y el Senado. Es necesario el trabajo con ellos, porque la realidad de la industria, en la región, tiene que verse volcada en leyes que nos ayuden y no que nos perjudiquen. Por lo tanto, comunicarse con los diputados, con los senadores es algo que nosotros intentamos, también, mantener con la mayor frecuencia posible. Seguidamente, tenemos al diálogo con la Academia, en la que reconocemos los ámbitos del pensamiento, la educación y la investigación. Creemos que es nuestra responsabilidad el acercarnos y promover el dialogo y pensamiento constructivo en torno al modelo de desarrollo que la región necesita. Crecemos, pero ¿en qué sentido? Queremos progreso y bienestar, pero no a costa del cuidado del medio ambiente y la protección de la naturaleza. La minería es parte del sistema social, del ecosistema, y debe entenderse como lo que es, participativa y positiva para la región. Observamos y nos preocupa la generación de nuevos profesionales en todos los ámbitos. Hoy día para nosotros es tan importante un ingeniero de minas como un ingeniero civil estructural, un ingeniero industrial o un ingeniero comercial, un contador auditor o un abogado, todos tienen la mayor importancia. El minero de hoy, de 2023, no es solamente el ingeniero de minas o el geólogo, sino que también es la persona que está preparando la alimentación en los casinos de las minas o es la persona que está atendiendo la enfermería, o el que entrega el “back office” en recursos humanos, servicio social, contabilidad, etc. Todo ese bloque de profesionales necesita tener las competencias duras y blandas, pero además debe ya tener una mirada de la industria para poder trabajar con nosotros y por eso nos interesa tanto acercarnos a la universidad y a los centros de formación, para ir entregando a la gente joven una mirada lo más realista de lo que van a encontrar y que necesitan para poder integrarse a la familia minera.”
¿Qué significa hoy día para las mineras ser sostenibles y sustentables?
“Bueno, sostenible y sustentable son dos palabras que han copado la mente de los mineros ya desde hace algunos años. Creo que lo que intentamos definitivamente hacer es tener una industria que pueda permanecer en el tiempo, entregando la mayor cantidad de beneficio posible a los dueños, pero también entregando la mayor cantidad de licencia social y de licencia medioambiental. Antiguamente uno se cuidaba de que la empresa entregara utilidades, y eso era la justificación de la empresa, pero esto ha ido cambiando notablemente en el curso de los años y la mayor parte de las empresas mineras grandes, medianas y pequeñas entienden que no es suficiente con hacer las cosas bien y entregar utilidades y no tener accidentes, sino que además es necesario cuidar de las comunidades, integrarse y trabajar con ellas, y esto no se trata de regalar plata, se trata de trabajar para que haya un crecimiento armónico y equilibrio entre la extracción del recurso y el beneficio que debe quedar en el territorio adyacente a las faenas mineras. Y después, por supuesto, el cuidado del medio ambiente. Generalmente tenemos grandes zonas de protección. Casi todas las compañías mineras tienen paños de pertenencias mineras y nos toca ocuparnos de lo que está encima, de extensas superficies, especialmente cuando estamos en montaña o zonas agrestes. El trabajo medioambiental no es solo cuidar el suelo, la fauna y la flora, sino que además es trabajar activamente en la conservación de los ecosistemas, podríamos decir de una manera holística.”
Estamos en el último trimestre del 2023, ¿Cuáles son las proyecciones con el precio de los metales en lo que resta de año?
“No muy buenos, hoy día nosotros tenemos un fenómeno que nadie podía prever, ni siquiera los grandes analistas, quienes esperaban que este año hubiese sido explosivo en el precio del cobre y no ha sucedido. Se esperaba que después de la pandemia China retomara su actividad industrial, por lo tanto, requeriría con mucha fuerza metales, pero además de eso, el efecto de la electromovilidad iba a hacer que la fabricación de líneas de conducción eléctrica, de motores eléctricos, llámese para vehículos menores, mayores y de uso industrial, iba a dar un salto enorme, que iba a provocar que se necesitara muchísimos metales, entre ellos el cobre. Lamentablemente, nuestro principal cliente que es China desaceleró, quitó el acelerador. Hoy en día en China existe una tremenda baja en las expectativas, que hace que la gente consuma menos, y cuando la gente consume menos, requiere menos metales, y cuando requiere menos metales, entre ellos el cobre, el precio se cae. Así de simple. No está el mismo impulso que había hace muchos años cuando el gobierno chino decidió sacar a la gente del centro de China y llevarlas a las zonas costeras, y para eso se necesitaron hiper carreteras, hiper líneas de trenes, hiper puertos, todo enorme, grande, fantástico, multiciudades. Eso ya se hizo. Y hoy día China es básicamente una sociedad de consumo, donde si hay consumo, bueno, entonces se necesitan metales, pero si no hay consumo, no. Y los chinos hoy día se contrajeron, se apretaron. Entonces, la primera causa de que el precio de los metales esté bajo hoy día es que nosotros estamos viviendo esa contracción. Por otro lado, por supuesto que la guerra Ucrania con Rusia ha sido un factor desestabilizador y llegó en el peor momento, justo cuando estaba saliendo de la pandemia. Entonces hay todo un movimiento. No podría decir que el cobre va a tocar fondo, y va a seguir bajando de precios, pero lo más probable es que estemos por debajo de la línea de los 8 mil dólares por tonelada en lo que queda del año, cuando nosotros debiéramos estar hablando de 12 mil, 15 mil dólares, y eso es tremendo para el país.”
Hoy día nos enfrentamos a comunidades mucho más empoderadas que hace 10 o 20 años atrás, ¿qué tan determinantes son la actuación de comunidades frente a actuales y futuros proyectos mineros, aquí también en la región?
“Mira, al producirse este fenómeno del que hablábamos recién, en que la industria minera siempre ha sido una industria muy aislada, por las mismas localizaciones donde está trabajando, se produce un problema de incertidumbre en las comunidades, porque no saben lo que está pasando ahí, porque se levanta polvo, o se escuchan tronaduras, y eso produce inmediatamente un problema. Después está el problema de los relaves, donde somos testigos de una campaña gigantesca de desinformación para tratar de satanizar el tema, sin entender por qué están ahí, cómo trabajan, y en definitiva que tan riesgosos son realmente para la salud de las personas y el medio. La gran culpa de la industria minera es que no ha sido capaz de levantar esos paradigmas que se han ido construyendo en nuestra sociedad. Aún más, creo que el arrastre de siglos de prácticas dañinas por la falta de tecnologías adecuadas para cerrar faenas, más la despreocupación de muchos gobiernos que no implementaron a tiempo políticas de control, nos pasan hoy la cuenta. Hay que hacerse cargo, y así, en definitiva, el tema es de trabajo entre la industria y el Estado. Ahora, la segunda parte que ocurre con las comunidades es que nos ven con una expectativa tremenda, porque piensan que, al haber una minera, eso significa un ingreso inmediato y tremendamente alto. Por ejemplo, una minera señala que quiere pasar una cañería por un determinado sector y de parte del vecino viene la respuesta “son tantos cientos de millones de pesos o tantos millones de dólares”. Tenemos una gran deuda social, ya que no hemos sido capaces de desmitificar a la industria y eso ocasiona problemas con el trabajo con las comunidades, que se sienten de cierta manera empujadas para pedir cosas que no tienen ningún sentido o esperar cosas que no tienen ningún sentido. Eso ocurre en algunas partes. En otras, en la mayoría, el trabajo con las comunidades es precioso, es un trabajo duro pero gratificante cuando se logran acuerdos, porque se instalan a conversar dos partes que inicialmente están en conflicto, una en la actividad productiva y la otra esperando ciertas regalías a cambio de extraer el recurso minero de su territorio.”
Con todo lo que ha ocurrido, especialmente con el proyecto Minero Dominga. ¿Qué espera usted de este proyecto?
“Personalmente tengo una visión muy positiva con respecto al yacimiento que se entiende hoy por Dominga. Creo que hay una cantidad de recursos mineros en ese proyecto que es muy importante, que es una cantidad apreciable de hierro, y no tan solo hierro, sino que también cobre, probablemente un poquito de oro. Entonces, no hay lugar para no pensar que en algún momento Dominga no va entrar en explotación, porque va a ser necesario. De hecho, si tú quitas toda la parte política y te centras solamente en la parte técnica, y tú dices, bueno, mira, 10.000 empleos, 12.500 millones de dólares, 23 años de operación, puerto con desaladora, que le devuelve el agua a la gente, son una cantidad enorme de beneficios. Nosotros somos una región que tiene un PIB, un Producto Interno Bruto bajo, pero no tanto, gracias a la actividad minera. La única manera de poder recolectar más plata para el PIB regional es utilizando la minería como pivote para hacer girar la rueda de la economía de la región. Cuando se instala una minera, lo que tú tienes es una serie de servicios que vienen a su alrededor, vivienda, salud, educación, servicios computacionales, servicios de contabilidad, bancarios, servicios de alimentación, de alojamiento, contratistas de servicios y de obras, es una rueda enorme que empieza a girar, porque son proyectos que ofrecen mucha plata, en ese sentido. Aquí pienso que hemos fallado, permitiendo que grupos radicales tomen la palabra por las verdaderas comunidades, no asumiendo nuestro rol como parte viva de esas mismas comunidades, con un mal trabajo de nuestros políticos, en fin, hemos fallado en que la gente entienda. Creo que un proyecto como Dominga tiene muchos recursos mineros, lo que es tremendamente importante, y en algún minuto se va a llevar a cabo. Ahora, si se va a llamar Domingo, se va a llamar Perenqueco, si va a tener de dueño a este o al otro, es lo de menos. Si miras la lista de proyectos regionales, el único, ahí arriba, que está por sobre los 10.000 millones de dólares, y es sostenible, en lo más alto, es Dominga.”